Salvo las molestias derivadas de las obras, que gran parte de los vecinos lleva con resignación, los demás son todo palabras de apoyo. Por los menos en los bloques I y IV de la primera fase de la Urbanización La Verdellada, en los que comenzaron hace pocos días los trabajos para dotar de ascensor a las viviendas.
Tras el parón derivado de la derogación del anterior convenio estatal de viviendas, las obras de ahora corresponden a la cuarta fase del desaparecido ARI, que luego pasó a denominarse ARRU (Área de Regeneración y Renovación Urbana).
Ayer, los operarios de la contrata encargada de llevar a cabo los trabajos en estos dos bloques, Víctor Rodríguez e Hijos SL, trabajaban en la zona en la que irán las escaleras exteriores.
En concreto, y según detalló uno de ellos, en estas primeras semanas se procederá a realizar sondeos en el terreno. Si los resultados son los esperados, comenzará a levantarse la estructura de la caja de escalera.
Según se ha procedido en otros bloques, que ya disfrutan de ascensor y escalera exterior, será esta la primera en construirse. Una vez terminada y obtenido el visto bueno de los vecinos se procederá a instalar el ascensor, una operación más compleja pues se realiza en el interior de los bloques.
Precisamente, varios vecinos de ambos conjuntos de viviendas consultados ayer mostraron su satisfacción por el inicio de las obras, a pesar de las consabidas molestias. Lizardo Cejas, residente en el IV, por ejemplo, se quejó, pero de que los trabajos no se hubiesen ejecutado antes.
Por el nuevo servicio, las familias pagarán en torno a 400 euros, un precio que consideran más que aceptable.
El presupuesto de esta IV Fase, que también incluye a los bloques 4, 6, 8, 9 y 13 de la segunda fase de la Urbanización, son 1,6 millones, de los cuales el Ministerio de Fomento aporta el 35% (un 5% menos que en el anterior convenio); el Gobierno de Canarias el 25,02%; el Cabildo de Tenerife el 16,56%; el Ayuntamiento de La Laguna el 20% (un 5% más que en el anterior convenio), y los vecinos el 3,42%.
En este nuevo acuerdo, el ayuntamiento asumió la parte que dejó de financiar el Ministerio de Fomento para evitar que fueran los vecinos los que la tuvieran que aportar la diferencia. Las obras deberán estar terminadas en un 60% en diciembre de 2016.